UNIVERSAL, sección CULTURA, México, 21 agosto de 2003

Las cinco estaciones del amor completa la Trilogía de Brasília de João Almino

Sonia Sierra

Hablar de las cinco estaciones del amor es como hablar de un tercer margen del río: no existe en términos racionales; sin embargo, buscar una utopía, y alcanzarla, es una aspiración propia de la condición humana.

Las cinco estaciones del amor es el nombre de la novela ganadora el Premio Casa de las Américas 2003 en novela brasileña, y es la tercera de João Almino (1950). Con ella completa el ciclo de su Trilogía de Brasilia, precedido por Ideas sobre dónde pasar el fin del mundo y Samba-enredo.

La de la utopía no es una estación imposible, sugiere el escritor en su novela, que es la historia de Ana y un grupo de amigos, los inútiles, quienes en los años 6o construyeron sus sueños y reafirmaron su amistad, y que tres décadas más tarde tienen un reencuentro, una cita con sus propios destinos.

Ana, que en su interior se debate entre ser ella o Diana, está a punto de cumplir 55 años, es divorciada, cuida a sus dos sobrinos y a sus tres mascotas. Espera el amor, espera a un viejo amigo, espera la cita del grupo.

Hay dos ideas básicas relacionadas con las estaciones –dice el escritor: “Son cuatro las del año, son cíclicas, y pensar una quinta estación es como pensar en un tercer margen del río. Pero hay otra noción de estación que también puede leerse aquí, se refiere a las estaciones de la cruz, que son estaciones de sacrificio, finalmente la búsqueda del amor que se encamina a la quinta estación, también es un calvario.”

Como en sus anteriores novelas, construye una obra donde la voz del narrador es su propuesta literaria más audaz. En Ideas sobre dónde pasar el fin del mundo era un fantasma quien narraba; en Samba-enredo, una máquina fría tenía la voz, y en Las cinco estaciones del amor es una mujer que en primera persona cuenta su historia y la de su grupo. Almino consigue aquí una voz femenina que es de rara veracidad.

El escritor confiesa: “Yo cree un juego para los lectores. Siempre me atrajo tratar de crear una voz narrativa que trajera una sorpresa y permitiera leer el texto de una manera inesperada.”

Hacer una trilogía de Brasilia fue un proyecto que apareció al ir escribiendo las primeras novelas, no algo premeditado. Esta ciudad ha sido una de las 12 en las que ha vivido João Almino.

Brasilia es un símil de este grupo de inútiles, porque, según Almino, “cuando pienso en las identidades de los personajes, Brasilia me da una libertad porque su identidad no está centrada, es una ciudad en gran medida sin historia, donde hay hibridismo y al mismo tiempo una gran creación cultural.”